domingo, 10 de julio de 2016

10 consejos para emprendedores que aprendí del running

El running me ha enganchado definitivamente. Para no caer en tópicos no diré que “es como una droga” pero sí diré —sorry—, que “es una filosofía de vida”. Yo mismo me preguntaba hace algún tiempo qué narices tenía de atractivo correr hasta casi caer de fatiga. Sufrir en solitario sin un objetivo claro, sin un porqué. Salir de casa a las siete de la mañana sin más destino que volver casi desfallecido para ponerte a trabajar dos horas más tarde. O patearte 30 kilómetros con la seguridad de que en meta no te espera nadie ni nada más que un plátano y una botella de Gatorade.
Ahora, muchos kilómetros después, lo entiendo todo, y aquí intentaré reflejar la relación real y directa que guarda todo esto del running con el mundo de los emprendedores
Sé que es difícil de entender si nunca te has calzado unas zapatillas y quizá no compartas la relación del running con el mundo empresarial o emprendedor. Pero una vez “conocidas” ambas filosofías te puedo asegurar que esa relación existe, y es más simbiótica de lo que pudieras imaginar. 
He de decir, además, que dada su extensión he dividido esta lista en dos partes, en este artículo trataremos los primeros 5 consejos para emprendedores que me enseñó el running, y en otro artículo hablaremos de otros 5 consejos para emprendedores. En ambos casos trataremos el paralelismo entre el deporte runero y los negocios.

1) El inicio es importante
Todos sabemos, a todos nos han contado, que los inicios en cualquier negocio son difíciles. Lo son, no te voy a engañar, pero también son cruciales. Y lo son tanto por nuestro desconocimiento del medio como emprendedores primerizos como por el desconocimiento que tiene el medio de nosotros, de nuestro negocio, de nuestra valía e incluso de nuestra existencia. Tiempo, aptitud, actitud, confianza y persistencia son los remedios para este mal.  
En carrera ocurre algo similar. A pesar del calentamiento previo los músculos se encuentran todavía tibios, desajustados, como mínimo no están todavía convenientemente preparados. El cuerpo no asimila la técnica de carrera hasta pasados unos kilómetros en los que nos iremos habituando al terreno que pisamos. Al igual que un emprendedor en su nuevo negocio, con tiempo, aptitud, actitud, confianza y persistencia consigues el ritmo y la técnica adecuada para mantenerte a velocidad de crucero muchos kilómetros más. Pero ojo, intenta hacerlo cuanto antes, el tiempo perdido al inicio es muy difícil de recuperar.
“El que no está ocupado naciendo está ocupado muriendo”. Bob Dylan, cantante y compositor.
2) Improvisar es de necios
No estoy muy convencido en los tiempos que corren de la utilidad de un plan de negocio, pero al menos un meditado y preciso modelo de negocio se me antoja indispensable. Por cierto, que sea por escrito.
Y cómo no, en el running ocurre algo similar. Arrancar una carrera por corta que sea sin un estudio previo y un pequeño plan, una de dos, o es un suicidio o es un desperdicio. Solo por suerte la cosa podría acabar bien, lo normal es que acabe mal. 
“En las batallas te das cuenta de que los planes son inservibles, pero hacer planes es indispensable”. Dwight D. Eisenhower, militar y presidente de los EEUU.
3) Constancia es la clave
Como te decía en el consejo para emprendedores número 1, los inicios son difíciles, pero fundamentales. El tiempo perdido al principio es difícil de recuperar, y hablo tanto de running como de negocios, pudiendo sustituir tiempo por oportunidades.
Es habitual intentar acelerar cuando nos percatamos del inconveniente sin caer en la cuenta de que estamos cometiendo otro error. Nos estamos fundiendo, queda mucha carrera. Respeta tu plan, sé disciplinado y constante
En carrera es cuestión de números y tiempos, no quiero agobiarte aquí con cifras, pero de poco sirve apretar en los últimos kilómetros para intentar maquillar un maratón.
La clave está en ser constante de principio a finSeguir el ritmo adecuado, el planificado y no dejarse llevar por injerencias externas —ojo, en los negocios esto no siempre debe ser así, en ciertas ocasiones pudiera ser una virtud saber pivotar. 
“La gota abre la piedra, no por su fuerza sino por su constancia”. Ovidio, poeta romano.
4) Comodidad es el enemigo
De vez en cuanto te dejas ir en carrera. Vas cómodo e inconscientemente dejas de forzar cuando el espíritu del running es precisamente ese, forzar, superar tus límites. Ir cada día un poquito más lejos y un poquito más rápido
Este espíritu es el que lleva al emprendedor a innovar, a crear constantemente, a buscar nuevos caminos y escalar desconocidas montañas. Cuando te sientas cómodo en carrera o en tu negocio desconfía. Te estás conformando, sal de tu zona de confort
“Si en carrera lo tienes todo bajo control, es que no vas al límite”. Ayrton Senna, piloto de fórmula 1 fallecido en carrera en 1994.
5) Elige bien tu referencia
Todos tenemos referencias. Nuestros padres, hermanos, amigos… Referentes en el sector en el que nos movemos o fuera de él. Pero hemos de elegir bien nuestros referentes. Como podrás comprobar en el anterior artículo enlazado, siempre he defendido la conveniencia de que los emprendedores se fijen en referentes externos, de fuera de su sector. Eso les aportará conocimientos originales, expandirá su creatividad y ampliará su prisma de conocimiento. 
En este punto permíteme que te recomiende el capítulo con el que he colaborado en el eBook gratuito Claves del Retail junto a algunos de los más reconocidos retailers de España. En él se habla precisamente de este tema:
“No tengas miedo a probar cosas nuevas, recuerda que buscamos diferenciación y difícilmente se consigue imitando a la competencia. Analizando y adaptando casos de éxito en otros sectores será la competencia la que te imite a ti. Estarás haciendo vanguardia y recibirás críticas por ello, es normal”.
En carrera también debes elegir bien tu liebre, si es que la necesitas. En ocasiones es preferible fiarse del reloj que de una liebre humana. Las liebres pasan por las mismas dificultades y pueden cometer los mismos errores que tú por muy experimentados y entrenados que estén. En cualquier caso, tanto como emprendedor o empresario como si eres corredor, elegir referencias y aprender de ellas, o intentar seguirlas, es tremendamente importante, para lo bueno y para lo malo. 
"Un necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira". Nicolás Boileau, poeta francés. 
6) En la dificultad no se triunfa, se aguanta
Todo corredor de fondo sabe que las cuestas llegan, el muro siempre aparece, y cuando el terreno se empina lo único que puede pasar es que pierdas la carrera. En las dificultades no se triunfa, se aguanta. Subiendo son pocos los segundos que podrías arañar al crono y sin embargo son muchos los que puedes perder. No es conveniente forzar en las zonas de máxima dificultad, lo recomendable es aguantar y reservar fuerzas para mejor momento.
Si extrapolamos esta sabiduría runera al mundo emprendedor parece que estuviéramos hablando de la época actual. ¡Aguanta, que vendrán tiempos mejores! Pero no aceleres ni tomes decisiones precipitadas. Sólo aguanta.
Lo que no creo que compartan estos dos mundos es aquello de reservar fuerzas para mejor momento. En running sí, en negocios no te guardes nada para mañana, puede se tarde. Aprovecha estos momentos de dificultad para intentar innovar y enfatizar en lo que te diferencia de la competencia. 
“Las dificultades también pasan como todo pasa, sin dificultad”
Antonio Porchia, poeta argentino.

7) Sólo importa el futuro
Todo emprendedor y todo corredor pasa por momentos duros, momentos en los que lo más fácil y atrayente es abandonar y autoconvencerse de que esa es la decisión correcta aportando como prueba irrefutable los fallos cometidos en el pasado.
El corredor suele culpar a un fallido entrenamiento, por duro o por liviano, por intenso, precoz o tardío. Incluso solemos acordarnos en carrera de la comida o del desayuno -Aquella jodida magdalena me está pasando factura-, es un pensamiento bastante habitual en carrera.
El emprendedor busca culpables de forma análoga. Por qué habré contratado a Pepito, por qué no habremos invertido en formación, por qué no habré pasado un presupuesto más alto, por qué, por qué, por qué… No importa el porqué, importa el aquí y ahora.
La carrera, el negocio y la vida misma empieza ahora, en este preciso instante cuando lees este desvarío de artículo. El pasado no volverá, no puedes cambiarlo, sin embargo puedes escribir el futuro. Ya sé, he caído en el topicazo. Perdóname, pero este topicazo tan cierto como que me llamo Orlando.
¿Estás agotado y todavía faltan 5 km para meta? Bien, pues eso es lo que tienes, reduce el ritmo y acaba, como si llegas a gatas, pero acaba.  ¿Te has equivocado en una contratación? No pierdas más tiempo y dinero. Despide. ¿Te arrepientes de no haberte formado en Social Media? Fórmate.
Escribe el futuro y aprende del pasado. Pero no justifiques algo que está por llegar con algo que ya pasó, en medio estás tú. Tú eres el único culpable de lo que ocurrirá de aquí a la meta.
En este punto permíteme que te recomiende este relevante relato cortoEsto es lo que hay, y con ello hay que vivir.
“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”
Woody Allen, actor y director de cine.

8) La tentación de abandono se acentúa cerca de la meta
El cerebro es un compragangas. En carrera te asalta continuamente con las tentaciones más irresistibles. Ten en cuenta que tu propio cerebro es quien mejor te conoce y sabe perfectamente cómo ha de camelarte. A mi, a partir del kilómetro 5 empieza a ofrecerme cerveza, normalmente una caña bien fresquita en una terracita de verano. 
Intenta convencerte de que el sufrimiento no es necesario, que puedes dejarlo para más adelante, para cuando estés mejor preparado. Y no es cierto, nunca estarás mejor preparado para esta carrera que ahora. Ya prepararás la siguiente mañana, pero esta has de correrla ahora. Dile eso a tu cerebro y deja la caña para la meta, te sabrá muchísimo mejor. 
Es habitual que este tipo de sensaciones se acentúen cuando más cerca estás de tu objetivo, y tiene explicación. El ser humano está educado en la supervivencia. Nos hemos defendido de depredadores a lo largo de la historia y en cierto modo seguimos haciéndolo. Sabemos cómo actuar cuando nos atacan en base a un desarrollado instinto de supervivencia. Pero normalmente, si no tenemos depredadores cerca nos acomodamos, por eso son tan necesarios los retos. Mantener un objetivo ambicioso en el horizonte es vital para no amodorrarse. 
Cuando sufrimos, normalmente en mayor medida cuando nos encontramos cerca de nuestro objetivo, saltan las subconscientes alarmas de supervivencia para intentar protegernos facilitándonos el abandono. En ese momento, lo mejor es ponerse orejeras y focalizar el objetivo, si estaba bien marcado te llevará a conseguirlo. 
“Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate” Thomas Carlyle, historiador y ensayista británico.

9) Hazte amigo del dolor y nunca estarás solo
La frase “hazte amigo del dolor y nunca estarás solo” es de Ken Chlouber, minero, ultramaratoniano y fundador de la Leadville 100, una carrera de 100 millas a lo largo de las montañas de Colorado (EEUU).
Descubrí la historia de esta carrera, la de otras muchas y la verdadera filosofía del running, gracias a “Nacidos para correr” de Christopher McDougall..
Como ya he comentado todo esto comenzó con la necesidad de contar con un reto, con un objetivo ambicioso por el que luchar. Ya hemos visto que sin meta no sabemos correr, sin objetivo a la vista nos amodorramos, por eso debes tener siempre uno presente. 
Los límites están en nuestra mente, siempre que sean ambiciosos a la par que sensatos, nos marcarán el buen camino. De nada serviría plantearse el reto de cruzar el estrecho de Gibraltar corriendo, nadando difícil, corriendo imposible.
El cerebro se adapta al objetivo marcado previa «quita» de un porcentaje determinado de sufrimiento que se guarda por el ya comentado instinto de supervivencia. Cuando llega ese punto empieza a avisar —o tentar, llámalo como quieras. 
Quizá ahora entiendas el porqué te sientes agotado cuando tu carrera se aproxima a la meta, ya hayas corrido 10 o 20 km. Tu cerebro se programó antes de salir con la distancia marcada, y unos kilómetros antes empieza a tentarte con el abandono del sufrimiento. 
No te dejes engañar de nuevo. Marca tus límites de forma ambiciosa para alargar la llegada de la tentación y asume que el sufrimiento será necesario. Aprende a convivir con el sufrimiento, y como dice el bueno de Ken, nunca estarás solo. Incluye el sufrimiento en tu programación del reto y entiende que si no hay sufrimiento y perseverancia no hay reto, estarás dentro de tu zona de confort y no conseguirás ningún avance. 
No hay nada en esta vida por lo que merezca la pena luchar que no requiera sufrimiento. Si algo quieres de verdad, mucho te ha de costar. 
En los negocios, y en el caso de los emprendedores con más motivo, los años de sufrimiento llegan. Los comienzos son difíciles y en la mayoría de ocasiones y tal como está todo, no solo los comienzos sino todo el camino está lleno de lucha diaria y superación.
No existen los negocios fáciles. Me río yo de algunas preguntas, más comunes de lo que parece, tales como… ¿pero…. es seguro? No hay ningún negocio seguro, si lo hubiera, no sería negocio. Lo único seguro dentro de un negocio es que hay que currar, sufrir y pensar de lo lindo, lo demás… bendita incertidumbre
“Es la superación de dificultades lo que hace héroes”
Louis Pasteur, químico francés.
“Ningún camino de flores conduce a la gloria”
Jean De La Fontaine, fabulista francés.

10) Ganar no es la meta
“La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero”, Hermann Hesse. Correr, o hacer camino, es una gran forma de conocerse, de meditar, de disfrutar y de aprender. 
No hay mejor experiencia que la que da la práctica y los errores en primera persona. El desapego al resultado, el disfrute metro a metro, las lecciones kilómetro a kilómetro… superan cualquier manual por bueno que este sea. La experiencia de sensaciones en dificultad forja el carácter imprescindible para alcanzar y sufrir por un objetivo ambicioso.
Ganar no es la meta, vencerte es lo oportuno. Vencer tu propia ignorancia, entrenar tus sueños, experimentar tu crecimiento, disfrutar sufriendo, escribir el camino y enseñar lo caminado. 
“Para la mayoría de los hombres, la experiencia es como las luces de popa de un barco, que iluminan solo el camino que queda a la espalda”
Samuel Taylor Coleridge, poeta y filósofo inglés.

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